1 de diciembre de 2014

La elección de nuestra copa menstrual

Elegir una copa menstrual parece muy sencillo cuando una se decide a comprar una. En un principio bastan con elegir una marca (en función de nuestro presupuesto, gusto o accesibilidad) y la talla pequeña si no hemos tenido hijos y la talla grande si ya hemos pasado por un embarazo o somos mayores de 30 años.
Sin embargo yo, y la gran parte de distribuidoras de copas menstruales, discordamos con esta aseveración. A continuación os expongo el porqué.



La mayor parte de los fabricantes asumen que una mujer sin hijos tendrá una vagina más pequeña y más tonificada que una mujer que ha pasado por los cambios físicos y hormonales de un embarazo. Por eso para las mujeres sin hijos recomiendan una copa más pequeña y blanda que para las mujeres que han dado a luz.

Pero,  ¿qué es una copa pequeña?

Las diferencias en tamaño entre las tallas pequeñas o grandes de las diferentes marcas son en muchos casos considerables dado que no hay unas medidas estándar para cada una de las tallas.
Por ejemplo la Ladycup S mide 40 mm de diámetro y 45 mm de largo, mientras que la Diva S tiene un diámetro de 43 mm y 57 mm de largo. Para que nos hagamos una idea de la diferencia de tamaño pinchad en el enlace y al final de la págian podréis ver una imagen de una copa contra la otra, para que os fijéis en la diferencia de tamaño.
Esta diferencia de tamaños entre marcas ya es un primer indicativo de que el sistema talla pequeña para nulíparas y talla grande para mujeres que han pasado por un embarazo no siempre va a funcionar.

¿Una mujer nulípara tiene un canal vaginal más pequeño?

Sí y no. El canal vaginal de una mujer va a ser más pequeño antes de dar a luz que después de dar a luz, sin embargo hay que tener en cuenta las diferencias anatómicas entre las diferentes mujeres. Una mujer que haya dado a luz puede tener un canal vaginal más pequeño que otra que nunca ha pasado por un embarazo, porque aunque se haya ensanchado debido a las hormonas del embarazo y el parto su tamaño “original” era menor.
 Dicho así puede parecer difícil de entender, por lo que lo voy a explicar con la analogía de los pechos y el sujetador. A una mujer le van a crecer los pechos durante el embarazo y la lactancia, y los tendrá más grandes que antes; sin embargo eso no quiere decir que tenga los pechos más grandes que una mujer nulípara, ya que eso depende de la talla de la que partamos en un principio.
Debido a estas diferencias propias de la anatomía de cada mujer recomiendo medir la longitud del canal vaginal, desde la entrada hasta el cérvix, antes de elegir una copa.

¿Una mujer que ha dado a luz tiene una musculatura vaginal más pobre?

Como en el caso anterior sí y no. Tras el embarazo y el parto los músculos de la vagina han perdido tonicidad, pero con el paso del tiempo y su entrenamiento pueden volver a tonificarse.
Además su tonicidad depende del uso que les demos, una chica joven puede tener un suelo pélvico más pobre que una mujer de 40 años que ha pasado por 2 embarazos pero que usa bolas chinas a diario para mantener su suelo pélvico tonificado.
Debido a esta creencia de que las mujeres que pasan de la treintena o que han dado a luz tienen una musculatura vaginal más pobre se les suele recomendar copas más anchas y más firmes. Sin embargo vemos que en este apartado la genética y nuestra actividad física también juegan un papel muy importante.
Otro aspecto a tener en cuenta es que muchas mujeres tras haber dado a luz tienen una vagina más sensible que antes, por lo que usar copas más bien rígidas puede resultarse molesto. Debido a eso considero importante tener en cuenta la textura de las diferentes marcas de copas antes de lanzarnos a por una.

¿Y la capacidad?

Las tallas pequeñas tienen menor capacidad que las tallas grandes de una marca, sin embargo al igual que pasaba con los tamaños la capacidad varía increíblemente al comparar un fabricante y otro.
Siguiendo con el ejemplo de la Ladycup S y la Diva S que pusimos anteriormente la primera tiene una capacidad ligeramente superior a 21 ml y la segunda una capacidad aproximada de 27 ml.
Como la abundancia de nuestro período cambia a lo largo de los años y es un factor muy personal recomiendo tener también este componente a la hora de elegir copa.

Con estas preguntas creo que ya he explicado, muy por encima, porqué las indicaciones dadas por el fabricante no siempre son las más adecuadas a la hora de elegir la copa menstrual que mejor se adapte a nuestras necesidades y anatomía.

Si esta entrada os ha parecido interesante os animo a leer “¿Cómo elegir una copa menstrual?”, en la que explico paso a paso como elegir la copa que mejor se adapte a cada una.

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